Actualmente con la ayuda de la tecnología digital es posible mantener una buena trazabilidad del trabajo y de cómo se mueven nuestros productos. Haciendo posible perfeccionar constantemente la capacidad y la efectividad que tienen las gestiones de los gerentes y directores de área.   Las empresas han hecho inversiones importantes destinadas al desarrollo de este tipo de proyectos, y se tiene previsto que se sigan haciendo, ya que es una de las formas más eficientes de lograr sobrellevar la situación económica actual de una empresa y los efectos causados por la pandemia.
¿Qué es y para qué sirve la trazabilidad?
  Trazabilidad es la capacidad que tiene una empresa o área para rastrear cada uno de los procesos en cada etapa de producción. Es una manera efectiva de tener conocimiento de cada paso, desde la adquisición de los materiales, la producción de cada artículo, el consumo y la eliminación de cualquier residuo de materia prima.  Por lo tanto, es una poderosa herramienta que ofrece una manera eficiente de llevar un registro correcto de la producción, y que a su vez, mejora la calidad de los productos y servicios que se ofrecen en el mercado. Debido a la necesidad que tienen las empresas de llevar registros fieles de la producción en los últimos años, la trazabilidad al trabajo en terreno, ha hecho que su método se expanda rápidamente.
¿Por qué se considera importante la trazabilidad al desempeño de los trabajadores?
No llevar un control de la producción mediante la trazabilidad al trabajo, puede conllevar a tener problemas con la calidad y no cumplimiento de la promesa de servicio.
Por otro lado, cuando las medidas son lentas e ineficaces se puede originar una sensación de desconfianza tanto en socios comerciales como en consumidores, algo verdaderamente perjudicial para cualquier empresario. 
Tipos de trazabilidad 
La trazabilidad en cualquier ámbito -donde se quiera emplear- puede aplicarse desde dos perspectivas diferentes. Si bien, existen varias maneras de llevarla a cabo, dependiendo de las posibilidades y necesidades de cada empresa, por norma general se conocen los siguientes tipos.
 
Trazabilidad de cadena 
Es el más conocido, y por ende el más empleado. Su nombre hace alusión al uso de la historia como medio principal para obtener información indispensable. Esto significa que se cuenta cada parte del proceso de fabricación, desde que se adquiere la materia, cada una de las piezas empleadas en bruto, la producción de cada pieza, e incluso su distribución y venta en el mercado. 
Dentro de estos registros se aclara de dónde fueron obtenidos los materiales, los encargados de la fabricación del producto, cuándo y a dónde fueron distribuidos y la fecha de venta, permitiendo que los fabricantes, empresas y consumidores puedan hacer un monitoreo y rastreo en diversas direcciones. 
Trazabilidad interna 
Permite un monitoreo del movimiento de piezas y productos, pero únicamente dentro de una misma área, por lo que es bastante limitada a pesar de su gran efectividad. Sin embargo, permite una cadena de suministros completa, pero solo de una empresa o sector en particular. 
  Esto significa que con este tipo de trazabilidad solo se puede tener conocimiento de una gestión específica como los procesos de fabricación o el control de piezas, cada una de forma independiente de la anterior.  Anteriormente, la trazabilidad al trabajo en terreno era un procedimiento limitado, utilizado solo por algunos sectores, pero gracias a los avances de la tecnología digital, y a la necesidad de actualizarse, hoy todas las empresas pueden beneficiarse de esta herramienta en prácticamente cualquier ámbito empresarial y laboral.   
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